MI LOOK EN LA PLAYA DE LAS CATEDRALES
Fotos por Javi L. Playa de las Catedrales.
¡Os parecerá mentira! Pero siendo de Galicia he tardado 27 años en pisar por primera vez la Playa de las Catedrales. Una playa ya mundialmente conocida y declarada monumento natural por sus arcos y cuevas apreciables cuando baja la marea. Está situada a 10 kms de Ribadeo, en Lugo y realmente merece la pena visitarla.
Es cierto que por el turismo durante los últimos años la Playa de las Catedrales está masificada, tanto es así que están controlando las visitas durante los meses de temporada alta. Nosotros, por suerte o por desgracia, según se mire, la visitamos un día de frío y lluvia en mayo, por lo que ni había tanta gente - de hecho os sorprenderá ver estas fotos sin nadie a nuestro alrededor -, ni tuvimos que reservar el acceso, ni tuvimos que esperar largas colas para aparcar.
Quiero visitar la Playa de las Catedrales, ¿cómo lo hago?
Si tienes previsto visitar la Playa de las Catedrales debes tener en cuenta varias cosas:
- El estado de las mareas, puesto que si visitas la playa cuando la marea está alta no podrás apreciar los acantilados, las cuevas o los arcos. Así que es importante que lo consultes previamente.
- El tiempo, si como a nosotros no te importa que haga frío, lluvia, sol o calor, este paso puedes saltarlo, pero si lo que buscas es buena temperatura para hacer fotos tranquilamente y visitarla con calma, es necesario que lo consultes.
- Si quieres visitar la Playa de las Catedrales entre el 1 de julio y el 30 de septiembre tienes que reservar tu acceso AQUÍ, que puedes conseguir desde 90 días antes. ¡Es gratuito!
Para las fotos llevaba un vestido precioso pero hacía tanto frío que fui incapaz de poder cambiarme para fotografiarlo, así que tuve que hacerlo con el look que llevaba ese mismo día. En ESTE VÍDEO podéis ver nuestra visita a la playa de las Catedrales. Y ahora contadme, ¿tenéis previsto visitar este lugar tan impresionante?
Espero que is gusten las fotos bajo la lluvia, os espero en redes sociales y os mando un beso enorme, gigante, gigante y ¡feliz comienzo de semana!